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marzo 2004
Nº 111

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narrativa hispánica
Cincuenta historias de repente
Jesús Pardo
Debate, Barcelona, 2003
249 págs., 20 €
"Casi todos los enigmas... me los resolvió
un inesperado sueño lleno de sobrecogedor realismo". Y también:
"... para alivio y descanso de tantos críticos de arte como
llevan siglos rascándose la cabeza por medio mundo para averiguar
lo que a mí me ha sido bonitamente comunicado en sueños".
Las dos frases (ambas truncadas) pueden servir de justificación
o aclaración acerca del estilo de los cuentos que Jesús
Pardo reúne en este volumen. Las dos frases están extraídas
del libro, sin que resulte necesario bucear en las profundidades de éste,
acaso porque estas profundidades no existan. Intentaré explicarme.
La brevedad de los cincuenta ejercicios que combinan lo fantástico,
lo absurdo y esa suerte de inteligencia superficial que se llama sorna,
que no ironía, apenas permite otra cosa que no sea enunciar temas
que pueden relacionarse con la condición humana o con las verdades
del mundo, pero no terminan de servir de apoyo sobre el que encaramarse
para contemplar la realidad con un poco de sabiduría, o sencillamente
cuestionarse las certezas que nos presenta esa realidad, es decir, para
generar reflexión. Con una inventiva que pretende ser personal,
pero carente en bastantes casos de originalidad (¿por empeñarse
en mantener en el volumen unos cuentos que se limitan a repetir la estructura
del chiste común, que de haber sido apartados ayudarían
a compactar el libro?), recurriendo al extrañamiento gracias al
viaje a través del tiempo o a la visión del mundo desplazándose
a la percepción de seres singulares, o con un buen sentido de la
parábola y la alegoría y la metáfora, se apuntan
contenidos que podrían ser muy interesantes, por ejemplo los relacionados
con la soledad y su cura; o lo arbitrario del destino y la resignación
ante lo incomprensible; o la pregunta acerca de qué es lo que en
verdad existe, si lo real o el conocimiento de lo real; y también
la locura que supone enamorarse o mostrar celo en el trabajo; y, sobre
todo, los que podrían componer un ciclo que son los unidos por
la temática del Poder y los peligros del Poder: sus riesgos y consecuencias,
la enunciación de sus manifestaciones y el temor que nos debe imprimir.
Sin que la lectura de todos los relatos llegue a componer un mundo que
nos muestre fragmentos de éste, cosa que en este caso explicaría
el libro, y con lo que tal vez sea un exceso de confianza en su propia
inventiva, los disparates de Pardo sorprenden, eso sí, por un inquietante
vigor juvenil.
Ricardo Martínez Llorca
la noche ciega
Juana Salabert
Seix-Barral, Barcelona, 2004
270 págs., 17€
Muchos años después, aún resuenan los ecos de aquél
pelotón de fusilamiento con el que se iniciaba la crónica
de una sentencia en Cien años de soledad. Desde la primera línea,
en La noche ciega, se respira el desasosiego de las estirpes condenadas
al olvido, de las sagas familiares que deben agarrarse a los recuerdos
para conservar su razón de ser.
El escenario principal -pese a que el relato se prolongue hasta fines
de la segunda guerra mundial- se ubica en una España en plena guerra
civil. No obstante, el conflicto bélico es relegado a telón
de fondo de una trama que lo requiere en todo momento; pues será
debido a este y a la agitación que sacude la Europa del período
de entreguerras, que una serie de personajes de distinta procedencia va
a coincidir en una casa de la sierra de Guadarrama. Sorprendidos por el
estallido de la guerra civil u obligados a desplazarse debido a conflictos
vigentes en otros países, en la misma casa convivirán, entre
otros, un desertor del ejercito fascista italiano, una familia escindida
que aguarda el fin de las hostilidades, una exiliada checa con su hijo
y Ariel Vivar, el anciano que protege con especial recelo su verdadera
identidad.
La novela está estructurada como un juego de aproximación
y distanciamiento en el que los personajes son presentados y analizados
paulatinamente, como si el narrador los recorriese con una lupa y se entretuviese
en cada uno de ellos para ampliarlos y mostrarlos con todas sus añoranzas,
sus luchas internas, sus secretos y sus ilusiones. Mediante este recurso,
asistimos a un relato que habla de la historia del siglo xx sin hablar
de la historia del siglo xx, que habla de una época en la que el
presente se convirtió en espera y en la que el "ahora"
se desvanecía entre el anhelo del ayer y la evocación obsesiva
de los recuerdos.
Tal vez, los saltos temporales imprevisibles y las constantes ramificaciones
que entorpecen una y otra vez la cadencia y el avance lineal del discurso
se puedan justificar si es que así, a fuerza de viajar adelante
y atrás, se pretende reproducir el esquema de almacenamiento de
ese desbarajuste monumental que es la memoria. En momentos concretos,
por la ausencia de referencias contextuales y la tendencia a distorsionarlo
y enrevesarlo todo, el texto flota deshilvanado sobre un vacío
que uno debe cruzar pisando las piedras que Juana Salabert va colocando
con buen criterio a través de un paisaje repleto de lugares comunes
y ecos un tanto familiares.
Albert Grabulosa
EL DAGUERROTIPO
Luis del Romero
Bassarai, Vitoria-Gasteiz, 2003
221 págs., 14 €
"No podemos mirar todas las cosas todo el tiempo, y ellas aprovechan
nuestra limitación para dejarse caer en el desorden en cuanto no
miramos", escribía Eliseo Diego en Historia del daguerrotipo
enemigo. Se refería a la imposibilidad que tienen nuestros ojos
de aprehender en su conjunto todas las cosas. Y es que la presencia del
revolucionario artilugio en la isla cubana fue precoz. Cuentan que llegó
en 1840, fruto del capricho de Pedro Téllez Girón, hijo
del entonces homónimo Capitán General de Cuba. Sólo
unos años después llegaría a Macondo de manos del
gitano Melquíades para sucumbir en el anonadamiento al primero
de los Buendía. Pues bien, el daguerrotipo en cuestión bautiza
la primera novela de Luis del Romero (1951), escritor forjado en las distancias
cortas del relato.
En ella se nos explica la historia de Juan Vilar, personaje que decide
marcharse a París para ser artista, y que acabará conociendo
el desengaño y la miseria del París de 1839, entre prostitutas
patibularias que adornan con sus cuerpos magros la bohemia de artistas
mantenidos por graciosas fortunas familiares -¡Baudelaire entre
ellos!-. Pero la historia comienza antes y, como todas las historias,
nace del capricho azaroso de un encuentro, porque a Juan Vilar lo encontrará,
en un Madrid barojiano de desarrapados y harapientos, bullanga de estómagos
inquietos, un periodista que sucumbe al encargo de un artículo
sobre el cincuentenario de la fotografía. En el tiempo externo
de una noche, el ya anciano Juan Vilar explicará al periodista,
en la clausura de una mísera buhardilla, sus pretéritas
vivencias durante su año parisino.
En El Daguerrotipo, como en su anterior libro de cuentos, Ojos de este
mundo (Bassarai, 2000), Del Romero reserva un papel primordial al ejercicio
de mirar. El aprehender mediante los ojos la belleza en su instante y
conservar la exactitud de su visión en la totalidad de una vida
y el descubrimiento, en ese París que se prepara para el brote
revolucionario de 1840, de las posibilidades eternas en el empeño
del daguerrotipo acabarán por enloquecer al retratista Juan Vilar.
El Daguerrotipo es un esbozo del fracasado; más logrado en la pintura
de la época que en el dibujo de sus personajes. De sus páginas
emerge la faceta pedagógica del historiador, capaz de plasmar en
el conciso movimiento de una trama argumental convencional las características
históricas de un espacio concreto y de una época precisa.
Es un ejercicio honrado, que acaso no merezca el rápido olvido
al que parece estar condenado.
Óscar Carreño
narrativa extranjera
LA JUSTICIA DE SELB
Bernhard Schlink
y Walter Popp
Anagrama, Barcelona, 2003
324 págs.,16 €
Ésta es la primera de las tres entregas de la serie de Gerhard
Selb, de 68 años, un alemán que ejerció como fiscal
durante los tiempos del nazismo y que, tras la guerra, se dedicó
profesionalmente a la investigación privada. Tratando de ajustarse
a los tiempos que corren, el detective (que a veces toma "muestras
del espíritu de la época" y adquiere, por ejemplo,
un disco de Madonna) se adentra en esta novela en una sofisticada intriga
informática que tiene por objeto crear dificultades a la poderosa
y contaminante empresa de un antiguo y ejemplar amigo de infancia. En
su primera y única colaboración (Bernhard Schlink continuará
la serie en solitario), Schlink (Bielefeld, 1944) y Walter Popp (Nuremberg,
1948), juez y abogado respectivamente, escriben a dos manos y perfectamente
compenetrados esta historia de intriga que se desliza con suavidad desde
las turbias irregularidades de las empresas químicas hasta los
pesos, las losas y los muertos que esconden en su pasado los que hoy parecen
ser modélicos ciudadanos. Superada cierta confusión argumental
al principio de la obra a cuenta de los embrollos informáticos,
el libro avanza con buen ritmo hacia su final, aunque ha de reseñarse
que gran parte del mérito de que esto ocurra reposa directamente
sobre la afortunada creación de personaje de un Gerhard Selb que,
con su propio y oscuro pasado a cuestas, trata de vivir al día
con tanta animosidad como le permiten sus incipientes achaques. Su lucha
cotidiana por hacerse a sí mismo la vida más agradable gracias
a los paseos, sus lecturas, la buena gastronomía alemana y los
enredos sentimentales a dos bandas cautiva al lector: es inevitable simpatizar
con un tipo tan positivo y tan involucrado en su trabajo y sus derivaciones
que llega a ser capaz de adoptar posturas morales extremas. Aquí
radica también parte del acierto de los autores, que no se paran
en barras a la hora de conceder a su criatura una libertad de pensamiento
y acción que bien podría haberse vuelto contra ellos, pues
la justicia de Selb es una atractiva apuesta por un código moral
para tiempos políticamente correctos.
Ana Sousa
LOS MEJORES RELATOS DE CIENCIA FICCIÓN
Brian Aldiss
Edhasa Nebulae, Barcelona, 2003
602 págs., 19 €
El título de este libro resulta un tanto pretencioso siempre que
el lector no conozca la extraordinaria reputación de su autor,
Brian Aldiss, o, en su defecto, hasta que lo abre y se sumerge en unos
de los múltiples y calidoscópicos universos recreados por
él. Leyendo esta recopilación, da la impresión de
que Aldiss no especula con el futuro, que Aldiss ha descubierto la manera
de viajar en el espacio-tiempo para vivir en primera persona aquello que
luego nos transcribe minuciosamente. O quizá que, de tanto en tanto,
unos seres extraterrenales se meten en su interior y le "inspiran"
dejándose ver unos instantes por su mente a cambio de dejarse cebar
y comer. En cualquier caso, no es necesario inclinarse por una sola explicación,
porque Aldiss no se comporta como el testimonio único de un universo
avanzado, él prefiere contemplar todas las posibilidades de los
viajes en el tiempo, de la robótica, del final de la Tierra o de
la extinción de la raza humana (enterrándonos motu proprio
o perpetuándonos gracias a las creaciones cibernéticas).
Relato a relato, nos propone pinceladas de mundos alternativos inacabados
y abiertos. Su prosa derrocha generosidad, nos tienta al saqueo, siendo
tan importante lo que no explica, ni clausura, ni cierra, como lo que
sugiere, enciende y alimenta la maquinaria de nuestra imaginación,
proponiéndonos una gimnasia mental que, por falta de costumbre,
nos puede arrastrar a una experiencia místico-existencial. En sus
relatos nos dice que: "Toda huida es una huida del yo, las obligaciones,
el destino..."; o que "La humanidad ha sido una especie de parásito
sobre la faz de la Tierra. La ha expoliado, ha saqueado toda su belleza...".
No debería sorprendernos que uno de sus escuetos relatos inspirara
la gigante Inteligencia Artificial.
La ciencia ficción de Aldiss es terrorífica. La mayoría
de sus historias pertenece a especies transgénicas que crecen sobre
un campo lodoso y contaminado, están regadas con agua ácida,
abonadas con química peligrosa y fumigadas con productos tóxicos,
por lo que, tras la recolección, los frutos que nos dan, de extrañas
formas y colores, nos saben a desazón y miedo. Aun así,
no se resistan a agarrar cualquiera de sus monstruosas creaciones e hincarle
el diente con decisión y no se preocupen si a medida que tragan
tienen más hambre, tan sólo será porque la tenia
de Aldiss ya se habrá instalado en sus entrañas.
Carlos Pujalte
literatura catalana
MARTA DIBUIXA PONTS
Carles Cortés
Brosquil, Valencia, 2003
251 págs., 8,15 €
A Carles Cortés (Alcoi, 1968), le gustan las mujeres. Doctor en
Filología Catalana y profesor de Literatura Catalana Contemporánea
en la Universidad de Alicante, ha publicado estudios sobre Mercè
Rodoreda, ha editado antologías de cuentos de Isabel-Clara Simó,
Maria Mercè Roca, Carme Riera y Maria Antonia Oliver, y ha escrito
Veu de dona y Marta dibuixa ponts (Premi 25 d'Abril de la Vila de Benissa
y Premi Ciutat de Sagunt, respectivamente), novelas que exploran la memoria,
la cotidianidad y el espacio vital femeninos.
Marta vuelve a su Alicante natal tras doce años de estancia en
Nápoles, donde ha ejercido la docencia en una universidad privada
y ha encontrado al hombre de su vida, y se pone manos a la obra: escribe
la novela que siempre había pospuesto, basada en la experiencia
personal. Marta, en la línea del pensamiento feminista de la diferencia,
tan grato a nuestras narradoras, se declara en rebeldía, polemiza,
se concentra en el autodescubrimiento; reflexiona sobre el pasado, el
presente y el futuro; da la palabra a las mujeres para construir una genealogía
femenina. Como protagonista, nos habla en primera persona de una adolescencia
traumática, de la huida hacia otros paisajes y otras gentes, de
la amistad, de un amante cruel, de la represión sexual y la falta
de amor, de la unión entre pueblos y culturas, del retorno a los
orígenes, de la aceptación de la propia realidad, de una
vida libre y con sentido. Y Marta da voz a los personajes más significativos
de su historia: la abuela que luchó para sobrevivir en la posguerra
y es un ejemplo de valentía e independencia, la madre débil
y exiliada del mundo que tiene un trágico final, la amiga que asume
con naturalidad y coherencia su condición homosexual. Los hombres
(el abuelo republicano muerto en el exilio, el padre absentista, el amante
machista e inmaduro) se mueven en otras coordenadas, en un mundo típicamente
masculino, distinto. Y acaban desapareciendo o, como en el caso del inaccesible
amor italiano, perdidos en la inmensidad del mar.
A Carles Cortés, sí, le gustan las mujeres. Pero le gustan
como a Cheever, Ford o Leavitt, que han encontrado sus mejores escenarios
en el cuarto de estar, el lugar de las pequeñas confidencias, en
que las conversaciones llenas de frases perdidas, movimientos inesperados
y silencios pueden cambiar una vida. Esos escritores que, parafraseando
a Soledad Puértolas, reflejan una pequeña parte de la realidad
donde los afectos, que se abrigan al calor de evanescentes ilusiones,
son lo primero. Y entran en un territorio de heroínas desorientadas,
que se enfrentan al ruido y la furia del mundo con armas frágiles,
que muchas veces lloran, pero no se derrumban.
Anna M. Gil
poesía
llanto bailable
José María Parreño
La Poesía señor hidalgo,
Barcelona, 2003
68 págs., 8,50 €
Llanto bailable es el poemario de la mudanza, de la mutación, del
cambio, de la transición y sobre todo del imperceptible segundo
que separa dos estados que se relacionan por ser cambio el uno del otro.
Basa la estrategia, en palabras de José María Parreño,
en "la síntesis de la situación humana de las cosas"
aunque asume que "la técnica se reduce [...] a una actitud
ante el legado de los símbolos". Los cuarenta y seis poemas
que componen el libro bien podrían ser un único gran poema
donde la mudanza, siempre concebida como pérdida, se trata desde
diferentes contextos. Esa transición se sucederá en objetos
o en la naturaleza -en la luz, el mar, un árbol, el sol, la tierra,
la luna, la oscuridad-, y muchas veces serán metáforas del
hombre. El contexto de ese cambio podrá ser el dolor, la identidad,
el tiempo, la soledad o el amor. José María Parreño
no indaga en los restos de lo caído sino en el estado del lugar
que ocupaba lo caído, la densidad de sus versos constata que hay
más movimiento en los restos del movimiento, en la evidencia del
haber existido, que en el propio movimiento: "en la arena ondulada
por el agua / casi nada lo dice casi todo".
La publicidad se retrata a través de frases contundentes, como
la poesía de Parreño que representa una de las posibles
evoluciones de la que ha sido partícipe la poesía española
actual y, más allá de seguidismos, una de las pocas que
han encontrado un camino original que representa un reflejo del momento
en que vivimos y se compromete con la realidad contemporánea del
lenguaje y del hombre. Hay escrituras de extensión y escrituras
de intensidad, y hay poetas de intención y poetas de atención,
ningunear esa poesía del instante frente a esa otra del momento
como han hecho algunos críticos es esquivar una tensión
narrativa donde muchos de los logros y los avances de la historia de la
literatura han encontrado su origen.
José María Parreño condensa los conceptos que surgen
de lo vital en un lenguaje directo que huye del coágulo del "yo"
y del alarde técnico. En la poesía de este poeta van encadenándose
las secuencias -consciente de que no puede concebir mentalmente la totalidad
del tiempo, pero sí sus fragmentos-, y en su engranaje van sucediéndose
los segundos hasta conformarse en horas. De esta misma manera, su poesía
comienza en la unidad para abordar el todo en sus partes. Llanto bailable
proporciona al lector el encanto de la breve decadencia del cambio con
el tiempo como medio. Se trata de un libro breve que se escribe más
allá de su propio texto. José María Parreño
reconoce la vida en cada gesto del mundo y lo hace poesía a través
de la voltereta lingüística y del giro semántico, todo
lo cual lo convierte en el poeta de la percepción y la metáfora.
Juan Francisco Jiménez
Perejaume
Edicions 62-Empúries
(Poesia, 77),
Barcelona, 2003
334 págs., 20 €
Perejaume (Barcelona, 1957), reconocido como artista, es un poeta que
utiliza tanto el lenguaje visual como el literario. Su obra aúna
los procedimientos de la "avantguarda" y los temas ultralocales.
El artista que culmina la metáfora, amante de la composición
y el collage posmodernos, deconstructivista convencido de que inventar
es leer un palimpsesto, recopila parte de su obra poética en Obreda.
Perejaume pinta con el oído, dibuja el lenguaje y escribe en transubstanciación
con la naturaleza. Se ha acercado a la escritura total, la idea de que
el mundo -como la pintura- es circular y, en consecuencia, el ahora es
el pasado que nos recrea. El artista-poeta andador ha redefinido el paisajismo,
una especie de absoluto donde la autoría aparece y desaparece con
un acentuado sentido territorial. Obreda responde a la pregunta de "cómo
hacer de la contemplación una actividad". El arte de irrealizar
sin la consciencia de público.
El discurso poético se construye y se deconstruye con un lenguaje
rico y genuino que actúa simultáneamente como objeto e instrumento.
La poesía es el territorio idóneo para crear lenguaje y
un esfuerzo persistente y obstinado surge del deseo de esculpir la fonética
articulatoria, acústica y perceptual del paso en la tierra percutida,
para transcribir el sonido que emiten las piedras tonales y las sílabas
que saltan. La fonación natural es un modelo de oralidad y el mundo
es escritor. Perejaume crea escenarios absolutos y medita que cada obra
es el pigmento de una obra total, la pintura de nadie, en movimiento continuo.
El poeta es la boca del paisaje. Voces que acusan resonancias de otras
voces.
La literatura boscosa de Perejaume se realiza a partir de un sistema de
signos que identifica la naturaleza libresca con la arboleda forestal.
Con esta escritura inmaterial, el artista trata de vivificar la naturaleza;
apuesta por el metalenguaje, y descompone los territorios por los que
pasa y los pigmentos que resultan del mundo para reescribirlos y reciclarlos
en un nuevo diseño de formas, a través de un diálogo
abierto entre la mudanza y la creación. La lectura inédita
de la relación entre el arte y la naturaleza es posible gracias
a su método pictórico y literario llamado oïsme (oísmo),
que respira junto a la despintura y el pesebrismo. La arquitectura alcornoquial
del libro tiene como eje conductor la idea de que los lugares escriben
las palabras y el poeta es el ventrílocuo medianero entre la tierra
parlante y el arte escrito o pintado, el intérprete del relieve
y las facciones del paisaje, el recambio de la autografía del lugar.
El acto verbal de la erosión en una escritura sedimentada, la tierra
que se pronuncia y dice que no tiene voz humana o la manualidad de la
luz se unen a la escritura obediente del poeta.
Anna Carreras
ensayo
BREVE HISTORIA DE LA LOCURA
Roy Porter
Turner/Fondo de Cultura Económica, Madrid, 2003
226 págs., 19.90 €
"Pues si se quiere definir la verdadera locura, ¿en qué
consiste sino en estar simple y llanamente loco?". Así habla
el Polonio de Shakespeare y, a comienzos del siglo xxi, tampoco parece
que hayamos avanzado gran cosa en el asunto. ¿Es la locura una
enfermedad de igual rango que la hepatitis o es, como lleva asegurando
Thomas Szasz desde hace cuarenta años, un mito creado por el hombre,
y la psiquiatría una disciplina equiparable a la alquimia o la
astrología? No parece que el pasado siglo, el llamado "siglo
psiquiátrico", haya despejado muchas dudas, o al menos así
se deduce de este breve, jugoso y muy entretenido libro de Roy Porter,
antiguo profesor de Historia Social de la Medicina en el University College
de Londres y autor de una buena colección de obras sobre el tema.
En esta "breve historia", Porter no pretende profundizar en
las causas sociales o antropológicas de la enfermedad mental, ni
dilucidar el papel social que tanto la locura como la psiquiatría
han desempeñado en nuestra cultura. Su proyecto es más modesto:
"historiar las nociones de enfermedad mental y los tratamientos que
los enfermos mentales han recibido desde que existen registros".
Estamos lejos, por tanto, de la potencia teórica de la Historia
de la locura en la época clásica, de Foucault, o de la minuciosidad,
por poner un ejemplo cercano, de la Historia de la locura en España,
de Enrique González Duro, pero el realismo del objetivo y la habilidad
con que lo persigue hacen que Roy Porter ofrezca un libro de lectura muy
sugerente que al interés indiscutible de los datos aportados añade
la reflexión acerca de una disciplina, la psiquiatría, lastrada
por un pasado pavoroso y con un futuro plagado de interrogantes. Desde
las teorías de los "humores" de la medicina hipocrática
hasta la revolución química, pasando por el mecanicismo
cartesiano, las teorías de la sensación y la percepción
de Locke, el materialismo de los philosophes, la frenología, el
psicoanálisis y la antipsiquiatría, Porter nos conduce con
eficacia por el desolador paisaje de los asilos, las camisas de fuerza,
la estupidez, la crueldad y las buenas intenciones, en un recorrido que
más que de la locura misma nos habla de cómo la sociedad
ha intentado enfrentarse a ella y de cómo lo sigue haciendo, en
un esfuerzo que a menudo tiene mucho más que ver con intereses
económicos, religiosos o de control que con ciencia ninguna. Cada
año hay más personas a las que se les diagnostican trastornos
mentales, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales ha pasado de las 100 páginas de su primera edición
a las 943, el Valium fue, ya en los años sesenta, el medicamento
más recetado en el mundo y los fármacos que actúan
sobre el sistema nervioso central son, con mucho, los más solicitados
en países como Estados Unidos: ¿estamos avanzando? Todo
parece indicar que no mucho. Lo único que de verdad sabemos lo
tenía ya muy claro el buen Polonio.
Antonio García Vila
REVISIÓN DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
Alfonso Bullón de Mendoza
y Luis Eugenio Togores
Actas, Madrid, 2003
1.093 págs., 78 €
El volumen recoge 70 trabajos presentados a raíz del congreso internacional
sobre La guerra civil española, 60 años después,
que se celebró en noviembre de 1999 en la Universidad San Pablo-CEU
de Madrid. Dado que parte de un acto académico y no de una iniciativa
editorial, el conjunto es inevitablemente desigual, no por la calidad
de los trabajos, sino porque la misma especialización de la mayoría
impide que se abarquen todos los campos. Los editores han puesto un poco
de orden agrupándolos a posteriori en secciones de título
orientativo: orígenes de la guerra, aspectos militares, prensa
y propaganda, cultura, aspectos económicos, etc. Los historiadores
estrella son sin duda Stanley Payne y Luis Suárez, pero sus trabajos
no son necesariamente los mejores; el de Payne inaugura el volumen y es
una panorámica general de la situación antes de la guerra;
el de Suárez, "La iglesia en la guerra civil", es más
bien de oficio. Otros colaboradores quizá un poco menos estelares
pero más en su punto son, por ejemplo, el general Casas de la Vega,
que vuelve aquí sobre uno de sus temas favoritos, la batalla de
Brunete, y el economista Juan Velarde Fuertes, que hace un brillante resumen
de la financiación de la guerra. La presencia de Payne no debe
llamar a engaño; la plantilla de participantes no es precisamente
plural; la mayoría se interesa sólo por cuestiones relacionadas
con el bando franquista y adopta en bastantes ocasiones la perspectiva
de éste; algunos polemizan solos y aportan más opiniones
que datos. Pero prescindiendo de estas salidas de tono, el volumen, en
conjunto, destaca más por su rigor y sobriedad que por lo contrario.
Por ejemplo, "Las verdaderas causas del bombardeo de Guernica",
de Juan Manuel Riesgo, puede levantar ampollas entre los estudiosos del
tema, pero es coherente con su planteamiento. En cambio, "Bajas en
la contienda", de José Semprún, por querer ser comedido
resulta confuso, pero trae importante bibliografía. Donde más
brilla a mi entender el volumen es en los trabajos especializados que
sintetizan investigaciones, como el de Peña González sobre
la revista Acción Española, o que estudian asuntos poco
conocidos, como "Proyección de la Falange en Estados Unidos
(1936-1939)", de Blanco Moral, y "Donativos nacionales e internacionales
a Auxilio Social", de Orduña Prada. También es interesante
el artículo de Rubio Liniers y Ruiz Franco, "Las fuentes históricas
sobre la guerra civil española: recursos tradicionales y nuevas
tecnologías", que trae un largo listado de direcciones de
Internet.
Antonio-Prometeo Moya
RITUALIDADES LATINOAMERICANAS:
UN ACERCAMIENTO INTERDISCIPLINARIO
Martín Lienhard
Ed. Iberoamericana, Madrid, 2003
439 págs., 28 €
El etnohistoriador suizo Martín Lienhard es el principal culpable
de que este libro saliera a la luz, al haber coordinado, a fines de abril
de 2001 en Ancona (Suiza), el simposio internacional "Ritualidades
latinoamericanas. Un acercamiento interdisciplinario", dedicado a
analizar la dinámica de los procesos de transformación cultural
que vienen experimentando las comunidades o colectividades "populares"
en América Latina y el Caribe.
En esta obra aparecen publicadas las ponencias y están presentadas
por el propio coordinador del evento, alguien capaz de citar la Carta
sobre los ciegos de Diderot, en la que se afirma que no se ve nada la
primera vez que se utilizan los ojos una vez curados. Martín Lienhard,
asumiendo que no se reconoce nada si no se conocen elementos parecidos
o relacionados con la realidad observada, afirma que los investigadores
cuando captan un ritual por primera vez están forzados a relacionarlos
con otros análogos. Explica también como documentar, relatar
e interpretar los ritos.
Si en algo coincidieron los musicólogos, etnólogos, psicólogos,
escritores, historiadores y cineastas que participaron en el congreso
fue en la importancia que siguen teniendo los rituales en la vida de las
colectividades populares.
A pesar de las numerosas transformaciones que sufrieron los rituales populares
debido a la modernización y la globalización, siguen teniendo
funciones muy precisas y un lenguaje tan rico que ha llevado a recrearlos
artísticamente de distintas formas.
Los artículos recogidos en Ritualidades latinoamericanas abordan
temas tan diversos como: las comunicaciones rituales entre dos personajes
de una obra de Cortázar, la poesía negra afrocubana, la
influencia de la literatura pernanbucana en el teatro ritual andaluz,
el carnaval de Río de Janeiro del siglo xix, la fiesta del agua
en una localidad peruana, los ritos de los indios sicuani de los llanos
colombianos, la ritualidad caribeña en el teatro cubano actual,
la danza ritual de la diablada como práctica de resistencia en
la época colonial, los carnavales en la ciudad de México
o la danza andina en el contexto de la globalización. Todos ellos
con un espíritu de renovación capaz de superar las dicotomías
civilización-barbarie o norte-sur sin esquivar la reflexión
sobre la autenticidad de algunas prácticas folclóricas.
Este libro es a fin de cuentas un variado estudio cultural latinoamericano
que no se olvida del rigor científico por contar fenómenos
aparentemente superficiales, como puede ser el recorrido efectuado por
muchos creyentes de Guatemala que se trasladan en camionetas de una iglesia
comiendo fried chicken para acabar comprando una gorrita de béisbol
en un shopping center.
Rodrigo Vescovi
cine
EN BUSCA DE ULRICH SEIDL
Carlos Losilla
Festival Internacional de Cine de Gijón, Gijón, 2003
109 págs., 6 €
En busca de Ulrich Seidl es más una novela
que un ensayo, más un análisis emocional que hermenéutica
pura y dura. En él, Ulrich Seidl es una mera excusa para convocar
a todos los fantasmas posibles, disfrazándolos con identidades
falsas (aunque un par de ellas no lo sean tanto), hasta entonar algo parecido
a un canto fúnebre. De ese modo, el libro se convierte en una elegía
sobre la desaparición de un tipo de cine y el efecto que esto tiene
en sus espectadores. Un tipo concreto de cultura cinematográfica
ha muerto en Europa, y la pregunta que se le ocurre formular a Carlos
Losilla, su autor, es si también sus espectadores han muerto con
ella. Porque si fuese así, quien escribe el libro no sería
otra cosa que un muerto e incluso las palabras mismas no dejarían
de ser otra cosa que palabras muertas. Sin embargo, la curiosidad todavía
mantiene con vida a quienes intentan entender qué está sucediendo
en estos instantes en Europa, en la cultura, en el cine y en general en
el mundo entero.
A lo largo del libro se reproducen las cartas, las llamadas telefónicas
e incluso los correos electrónicos que el autor recibió
durante el proceso de gestación del libro. De ese modo, Ulrich
Seidl va cobrando forma indirectamente, sin llegar a convertirse nunca
en el centro de un estudio, sino en el hilo conector entre diferentes
países de Europa y entre personas distintas, formando el conjunto
poco a poco un mapa emocional y geográfico muy determinado. Todo
ello va perfilándose con una sensación de urgencia gracias
a la cual la fluidez llega a ser vertiginosa. En alguna ocasión
parece como si la vida de quien escribe estuviese en juego. Hay melancolía
y crispación a partes iguales, pero siempre en una extraña
armonía que no las diferencia demasiado. Puede decirse que el tono
se mantiene de principio a fin, pese a introducirse de vez en cuando cortes
en la narración para ir marcando con ellos el paso del tiempo y
también la complicidad de muchas fuerzas invisibles en cualquier
proyecto intelectual.
Hilario J. Rodríguez
memorias
MEMORIAS DE UN PERIODISTA
Indro Montanelli
RBA, Barcelona, 2003
271 págs., 18 €
Fallecido en Milán hace escasamente dos años, nos llegan
las memorias póstumas de uno de los grandes maestros del periodismo
europeo, Indro Montanelli. Memorias póstumas, dijimos, surgidas
del testimonio viva voce vertido a la también periodista Tiziana
Abate, quien cierra el volumen con un emocionado recuerdo de la gestación
del libro.
Nacido en 1909, Montanelli había sobrevivido a sí mismo
y al siglo como testimonio de todas las grandes batallas políticas
que le dieron identidad, y tenía mucho que contar gracias a una
memoria prodigiosa: se puede comprobar, entre innumerables episodios,
en sus nítidos recuerdos de la batalla de Finlandia, acosada por
las tropas soviéticas. Periodista vocacional, personaje inclasificable.
Sus origenes ideológicos son fascistas, y lo exhibe y recuerda
sin pudor, con la honestidad de quien creyó hasta dejar de reconocer
en la ideología aquello que supuestamente le daba sentido.
Montanelli rehusó convertirse en el príncipe del fascismo
periodístico. También orilló, definitivamente liberal-conservador
escéptico, el mayo del 68, aunque salvaguardó la libertad
de prensa fundando Il Giornale. Recibó cuatro disparos -lo cuenta
con resuelta abnegación-. Se le designó como senador vitalicio
y rechazó los honores. Tuvo sus tormentas políticas con
el capolavoro Berlusconi -suculentas, analíticas y ponderadas páginas
las que le dedica- y a los 85 años todavía tuvo el humor
de fundar un nuevo diario, La Voce. Se le ofreció la dirección
del Corriere, pero la rechazó y se contentó con una breve
sección de correspondencia con los lectores. Todo apunta al personaje
independiente e inclasificable que Montanelli quiso ser. Su pasión
política, con todo, se hace demasiado farragosa en las páginas
de las décadas de postguerra que conducen hasta su importante papel
logístico jugado en los ochenta y noventa, que interesará
a los iniciados en la complejísima realidad política italiana.
Libro, en fin, testimonial, de honda sinceridad y que trasluce la vitalidad
de que todavía disfrutó el ya nonagenario. Montanelli al
dictar estas memorias, parangonables en todos los sentidos a las memorias,
llegadas desde el otro lado del Atlántico, de periodistas no menos
míticos, como Katharina Graham, Ben Bradlee o Walter Cronkite.
Para evocadores del siglo que se fue, el siglo contado con inteligencia
y sentido común a raudales.
Ferran Corbella
SOBRE EL FASCISMO POSMODERNO
Políticas de la multitud
Joaquín Fontanet
Paul Virno, Gramática de la multitud, Editorial
Traficantes de Sueños, Madrid, 2003, 142 págs., 9 €;
Virtuosismo y revolución, Editorial Traficantes de Sueños,
Madrid, 2003, 154 págs., 9 €
Heredero de las luchas del Movimimiento Obrero en
la dura Italia de los setenta, Virno es hoy en día, junto con Toni
Negri, uno de los principales pensadores europeos que se ocupan de la
teoría política radical, es decir, aquella teoría
política heredera del marxismo que, sin embargo, asume las peculiaridades
y exigencias de la posmodernidad. Es de suma importancia para el panorama
filosófico español, extraordinariamente pobre en estas cuestiones,
que se comience a prestar atención a pensadores de este tipo. Paolo
Virno comienza a ser conocido en estas tierras gracias a las recientes
publicaciones de gran parte de su obra. Hasta hace poco (Traficantes de
Sueños y Paidós, en 2003, fueron los primeros en publicarle)
tan sólo podíamos encontrar algunas traducciones de sus
obras en revistas especializadas.
Virno es uno de esos raros pensadores que asumen la crisis de la teoría
crítica sin renunciar a aquella llamada marxista que quería
dejar de interpretar el mundo para transformarlo. Es por ello que se introduce
en una reflexión marcada por el problema de la práctica,
por los vínculos entre la teoría y la práctica política.
Los dos libros que nos ocupan, Virtuosismo y revolución y Gramática
de la multitud se embarcan en este problema.
En Virtuosismo y revolución nos encontramos con una serie de artículos,
entrevistas y conferencias que quieren desarrollar dos ideas que, según
Virno, caracterizan el presente: el posfordismo y el fascismo posmoderno.
La tesis principal es que el posfordismo corresponde al nuevo modo de
producción capitalista, que ha sustituido el antiguo fordismo (la
cadena de producción) por nuevos modos de trabajo que integran
todo el tiempo de vida del obrero. Por lo tanto, según Virno, todo
se convierte en trabajo, en un trabajo inmaterial, invisible, más
perverso que nunca. Se trata del fascismo posmoderno: "El fascismo
posmoderno hunde sus raíces en la destrucción de la esfera
laboral como ámbito privilegiado de la socialización y lugar
de adquisición de la identidad política".
Lo que hay de nuevo en esta reflexión sobre el trabajo es el reconocimiento
de que los patrones laborales han cambiado radicalmente. Que ya no se
puede analizar el trabajo como aquella actividad que es eminentemente
productica. El trabajo, hoy en día, es esencialmente improductivo.
Tiene como característica principal el secuestro de todo el tiempo
de vida. El poner a trabajar ámbitos de la vida que antes estaban
desligados del trabajo, como la creatividad, la imaginación o la
capacidad comunicativa. Se trata de una producción inmaterial,
semejante a la que surge del virtuosismo del pianista, la que define el
trabajo presente.
La vida que debería formar parte de la esfera pública y
de la política, según Virno, es humillada al ser integrada
en un proceso asalariado. Se humilla la comunicación cuando se
paga por ella. En definitiva, Virno nos habla de un nuevo modo de fascismo,
el fascismo posmoderno, en el que se fomentan las diferencias, las solidaridades,
los eslóganes y las manifestaciones que son esclavas de la producción
posfordista.
Desde esta perspectiva lúcida e incendiaria, Virno intenta dar
cuerpo teórico a una salida política que no sea ingenua
en Gramática de la multitud. Una salida política que respete
todo aquello que su crítica ha devastado. La salida que nos ofrece
Virno es un golpe de tuerca sobre el pensamiento político tradicional.
Si no hay lugar en el escenario público para la resistencia, pues
el escenario público ha sido puesto a trabajar como siervo del
sistema, se precisa una revisión de aquello que forma ontológicamente
el espacio público. Y este algo no es el pueblo, ni la gente, ni
la sociedad, sino la multitud. La multitud será otro concepto clave
en la obra de Virno, tomado del enfrentamiento entre Hobbes y Spinoza.
Una multitud que es capaz de producir tanto el fascismo como la revolución.
Pero a la que hay que acudir para desligar la efera pública -política-
de la esfera de la producción posfordista. "La multitud es
una forma de ser... no firma pactos con el soberano, no porque le relegue
derechos, sino porque es reacia a la obediencia, porque tiene inclinación
a ciertas formas de democracia no representativa".
Es así como Virno nos presenta una alternativa política
basada en el concepto de multitud, una multitud que es capaz de crear
un espacio público diferente. Así pues, nos encontramos
con dos títulos de un autor altamente interesante. Que no solamente
se introduce en las más arduas discusiones políticas y nos
propone alternativas interesantes a la autocomplacencia filosófica
de nuestros tiempos, sino que en sus obras despliega toda una serie de
temas -desde el virtuoso o el trabajador del McDonald's hasta las implicaciones
de la charla- que lo introducen en un bosque en el que muchas veces se
pierde y nos pierde. Precisamente para mostrarnos que la teoría
crítica no es una visión limpia y fundamentalista de lo
real, sino al contrario, una visión desfundamentada, precaria e
insumisa de aquello que vemos y hacemos.
extranjería
Twenty Days with Julian
and Little Bunny by Papa
Nathaniel Hawthorne
New York Review of Books, New York, 2003, 74 págs., 16 $
En julio de 1851, el autor de The Scarlet Letter se dispone a pasar por
primera vez tres semanas solo con su hijo y una institutriz en su residencia
de Berkshires, mientras su mujer se encuentra de visita en Boston en casa
de unos parientes con sus dos hijas. Estos veinte días supondrán
para el escritor un descubrimiento de Julian, de cinco años, así
como un (difícil) despertar a la paternidad. La vida rural, las
innumerables preguntas del niño, su energía y la muerte
de su conejo sorprenden y agotan al escritor, que se ve obligado, durante
un tiempo, a renunciar a toda actividad creadora, a parte tal vez de una
conversación (por lo demás, bastante desprovista de interés)
con su joven admirador Hermann Melville y de la redacción de la
treintena de páginas que componen este diario. Estas hojas, que
hasta el momento habían permanecido enterradas en medio de los
enormes cuadernos de American Notbooks, nos brindan ahora la oportunidad
de penetrar en la intimidad del gran novelista americano y, sobre todo,
de verlo bajo un nuevo día, emotivo, sencillo, casi físicamente
cercano. Como apunta Paul Auster en su "introducción"
(si se le pude llamar así, pues ocupa más de la mitad del
libro), se trata de un auténtico descubrimiento de un Hawthorne
sorprendentemente contemporáneo, desamparado en el desasosiego
de la paternidad: el primer diario (breve) de un padre soltero. Excelente
ocasión para constatar que hay cosas que no cambian en este mundo
-entre ellas los hombres-.
Stephanie Limerick
Les nouveaux penseurs de l'Islam
Rachid Benzine
Paris, Albin Michel, 2004
288 págs., 18 €
El islam está de moda. No pasa una semana sin que
en Francia se publique un libro sobre el tema, quizás para intentar
precisamente cambiar la imagen que de esta religión tiene la gran
mayoría de la gente. Éste lo consigue de forma magistral,
desafiando a todos aquellos que creen que el mundo musulmán está
indefectiblemente condenado a permanecer en un pasado inamovible y en
una teología anquilosada, a todos los "islamófobos"
franceses declarados (Houellebecq, Dantec, etc.). Lejos de esto, el islam
contemporáneo es objeto de debates fundamentales, alimentados por
los "nuevos pensadores" que aquí nos presenta Rachid
Benzine. Estos paladines del pensamiento libre, minoritarios en sus países
de origen, a menudo amenazados de muerte y forzados al exilio, exploran
los caminos inéditos de una reconstrucción del pensamiento
religioso musulmán y revisan la historia de los dogmas, reflexionando
sobre las sucesivas interpretaciones teológicas o jurídicas,
e intentando extraer los elementos de la tradición que podrían
convertirse en puntos de partida para la construcción de una modernidad
islámica. Y más importante todavía: someten el propio
Corán a un análisis literario y de la crítica histórica.
Un acercamiento imprescindible a un pensamiento religioso contemporáneo
olvidado por nuestros medios de comunicación, que demasiado a menudo
tienden a identificar islam con islamismo político, peligro y terror.
Mathías Enard
Il Duca di Mantova
Franco Cordelli
Rizzoli, Milano, 2004
215 págs., 15 €
¿Existen todavía intelectuales? Entre las
numerosas y recientes publicaciones sobre la "era Berlusconi",
esta novela es hasta ahora una de las pocas que plantea verdaderamente
el problema: ¿Cómo se explica que los pensadores y escritores
italianos no hayan podido sino asistir al retorno de la Bestia, sin conseguir
oponerse a ella? ¿Cómo explicar que su país, de alguna
forma, se les ha escapado de las manos? Este texto del filósofo
y novelista Franco Cordelli (Roma, 1943) utiliza el personaje del Duque
de Mantoue (sacado del Rigoletto de Verdi, adaptación de Le Roi
s'amuse de Victor Hugo) para representar a un Berlusconi a la vez rey
y bufón, gracias a su imperio mediático, cuya influencia
sobre las masas es sobradamente conocida, pero cuyos efectos perversos
ya no lo son tanto: multiplicando hasta el infinito las ficciones, los
libros vacíos de sentido, el Imperio de las Tinieblas priva a los
creadores de sus mejores armas. De este modo, el pésimo estado
de salud de la novela italiana no sería sino una consecuencia fatal
de esta retórica del tout pareil donde, para alcanzar el éxito
de ventas o una mayor difusión, los autores llegan incluso a inmolarse
en lo que consideran los nuevos tiempos, alimentando todavía más
la imagen del Monstruo.
Novela de combate que demuestra que, por desgracia, sólo necesitaríamos
pensar para empezar a resistir.
Fabio Manzoni
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